¿Te cuesta cuidar de ti mismo en medio de un mundo caótico? Cuidar tu bienestar es increíblemente importante, especialmente ahora que existe estrés y incertidumbre diarios. Estos consejos de auto-cuidado pueden ayudarte a asegurarte de que eres una prioridad absoluta y de que te mantienes sano y equilibrado.
Haz ejercicio con regularidad
El ejercicio es una forma estupenda de mejorar tu bienestar general. Tanto si te apuntas a un gimnasio, como si das un paseo por el barrio o haces algunos ejercicios en casa, la actividad física regular puede mejorar tu estado de ánimo, reducir el estrés, aumentar los niveles de energía, mejorar el sueño y favorecer un peso saludable. No hace falta ser atleta para beneficiarse del ejercicio: sólo 30 minutos la mayoría de los días pueden marcar una gran diferencia. Trata de encontrar actividades físicas que te gusten, así tendrás más probabilidades de seguir con tu rutina de ejercicio.
Duerme lo suficiente
Dormir es esencial para tu salud y bienestar general. La mayoría de los adultos necesitan de 7 a 9 horas de sueño por noche, aunque cada persona es única. Dormir lo suficiente te ayudará a mantenerte sano y alerta a lo largo del día. No dormir lo suficiente puede no sólo afectar a tu rendimiento mental y físico, sino también provocar irritabilidad y dificultar la gestión del estrés.
Comer alimentos nutritivos
Los alimentos que comes influyen mucho en tu salud y bienestar general. Comer una dieta sana y equilibrada puede ayudarte a mantener los niveles de energía y a mejorar la claridad mental. Haz todo lo posible por comer una variedad de frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables. Limita tu consumo de alimentos procesados, azúcares y grasas poco saludables. Beber mucha agua también te ayudará a mantenerte hidratado y a aumentar tu bienestar general.
Tómate descansos periódicos
Tomarte descansos periódicos a lo largo del día puede ayudarte a controlar el estrés y mantener tus niveles de energía. Procura descansar cada 30-60 minutos para estirarte, dar un paseo o practicar ejercicios de respiración profunda. Si trabajas sentado, levántate y date un pequeño paseo por la oficina. Permítete tomarte un descanso siempre que tu cuerpo o tu cerebro se sientan cansados o agobiados.
Practica la atención plena