Mantener una dieta saludable no consiste sólo en comer los alimentos adecuados. Se trata de tomar las decisiones alimentarias acertadas y de equilibrar lo que comemos para conseguir una salud y un bienestar generales. En el acelerado mundo actual, compaginar la familia, el trabajo y las demás demandas de la vida puede hacer que una alimentación sana parezca un pensamiento secundario. Pero adoptar hábitos alimentarios saludables no sólo te ayudará a perder o mantener tu peso, sino que también puede hacerte sentir mejor y darte la energía que necesitas para superar el día. He aquí diez consejos que te ayudarán a sentirte mejor y a mejorar tu bienestar con una alimentación más sana:
1. Asegúrate de seguir una dieta equilibrada
Comer una dieta variada y equilibrada es clave para alcanzar una salud y un bienestar generales. Incluye en tu dieta una variedad de alimentos como frutas, verduras, legumbres, carnes magras y productos lácteos bajos en grasa. También es importante aspirar a una combinación de todos los macronutrientes: hidratos de carbono, proteínas, grasas, fibra y agua. Limita la ingesta de azúcar, sal, alimentos procesados y grasas saturadas. Procura comer alimentos integrales y mínimamente procesados y consumir el número adecuado de calorías para tu estilo de vida en comparación con tu gasto energético.
2. Come más fruta y verdura frescas
La fruta y la verdura son una parte importante de una dieta equilibrada debido a su alta concentración de vitaminas, minerales y fibra. Comer fruta y verdura frescas puede ayudarte a sentirte más lleno, al tiempo que limita la ingesta de alimentos calóricos. Procura tomar al menos cinco raciones de fruta y verdura al día para mejorar el equilibrio nutricional.
3. Opta por los cereales integrales en lugar de los refinados
Los cereales integrales, como el arroz integral, la avena y la quinua, contienen el salvado y el germen del grano, que son ricos en fibra y en importantes nutrientes como hierro, magnesio y selenio. Asegúrate de elegir alimentos integrales en lugar de alimentos de grano refinado, como el pan blanco, el arroz blanco y la pasta, ya que son más ricos en fibra, minerales y vitaminas.
4. Limita los alimentos y las bebidas con alto contenido en azúcar
Los alimentos y las bebidas con alto contenido en azúcar, como los dulces, la repostería y los refrescos, es mejor evitarlos o consumirlos con moderación. El consumo excesivo de azúcar se ha relacionado con muchos problemas de salud, como obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas. En lugar de consumir alimentos y bebidas demasiado azucarados, opta por edulcorantes naturales como la fruta y la miel.
5. Cocina las comidas desde cero
Cocinar las comidas desde cero te ayudará a evitar la sal, el azúcar, la grasa y los aditivos añadidos que se encuentran en muchos alimentos precocinados. Opta por métodos de cocción más sanos, como el asado, la parrilla, el vapor y el microondas. Evita freír y utiliza menos o nada de aceite cuando saltees la comida.
6. Presta atención al tamaño de las raciones
Construir un plato equilibrado requiere comprender el tamaño de las raciones. Hay que tener en cuenta el tamaño de las raciones recomendado de proteínas, grasas e hidratos de carbono para mantener una dieta equilibrada. Comer en platos más pequeños y utilizar señales visuales, como un juego de cartas, para medir la ración, puede ayudarte a comer menos.
7. No te saltes las comidas
Es tentador saltarse las comidas cuando la vida se pone ocupada, pero prescindir de ellas puede provocar un hambre excesiva y dificultar la elección de los alimentos adecuados a la hora de la comida. Comer a horas regulares también puede ayudar a evitar tomar aperitivos poco saludables entre comidas.
8. Dedica tiempo al desayuno
Evitar el desayuno puede hacer más difícil mantener una dieta saludable, ya que puede provocar un hambre excesiva más adelante en el día, lo que puede provocar comer en exceso. El desayuno es importante porque puede poner en marcha tu metabolismo y darte la energía que necesitas para superar el día. Opta por un desayuno equilibrado que incluya proteínas, carbohidratos y grasas saludables, como un tazón de cereales integrales con leche desnatada y fruta.
9. Mantente hidratado
Beber suficiente agua es importante para mejorar la salud en general y lograr una dieta equilibrada. Beber suficiente agua no sólo ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo y controlar el hambre, sino que también puede ayudar a mejorar la digestión y mantener el cuerpo bien hidratado. Intenta beber al menos 8 vasos de agua al día y evita las bebidas gaseosas azucaradas, ya que pueden ser muy calóricas.
10. Practica la alimentación consciente
La alimentación consciente es una práctica que consiste en estar plenamente presente en el momento de comer. Esto significa prestar atención al sabor, la textura y el aroma de la comida, y comer despacio para saborear la comida y comprender mejor las señales de hambre. También puede ayudar a prevenir la sobreingesta y a mejorar la digestión.
Darte tiempo para elegir una alimentación saludable y poner en práctica los diez consejos anteriores puede ayudarte a mejorar tu salud y bienestar en general. Encontrar el equilibrio adecuado de nutrientes y comer alimentos frescos y enteros puede ayudarte a sentirte mejor y a tener la energía que necesitas para superar el día.