Correr es una de las formas de ejercicio más populares en todo el mundo. Las personas de todas las edades y niveles de forma física pueden disfrutar de correr, sobre todo porque no requiere un equipo caro ni pertenecer a un gimnasio. Estas son sólo un par de razones por las que tiene tanto atractivo. Correr no sólo es una forma estupenda de estar en forma, sino que también ofrece una variedad de beneficios, desde la mejora de la salud mental hasta el refuerzo del sistema inmunitario. Tanto si acabas de empezar como si eres un corredor experimentado, esta completa guía tiene todo lo que necesitas saber sobre correr.
Beneficios de correr
Mejora la salud cardiovascular: El beneficio más evidente de correr es su capacidad para mejorar la salud cardiovascular. Correr ayuda a aumentar la circulación por todo el cuerpo, lo que a su vez puede disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas y presión arterial alta. También ayuda a mantener las arterias limpias y a reducir los niveles de colesterol en algunas personas.
Quema calorías: Correr es una forma excelente de quemar calorías y perder peso. Se calcula que correr quema entre 400 y 800 calorías por hora, según la velocidad y la inclinación. También es estupendo para reducir la grasa de las zonas más rebeldes del cuerpo, como el vientre, los muslos y los brazos.
Mejora la salud mental: Correr no sólo ayuda a mejorar la salud física, sino que también puede tener un efecto positivo en la salud mental. Se ha demostrado que correr reduce los síntomas de depresión, ansiedad y estrés. Libera endorfinas en el cerebro, lo que ayuda a mejorar el estado de ánimo y a aumentar la energía.
Fortalece los músculos: Aunque correr se considera una actividad cardiovascular, también ayuda a fortalecer y tonificar los músculos de las piernas, el tronco e incluso la parte superior del cuerpo. Esto lo convierte en un ejercicio excelente para quienes desean lograr una rutina de entrenamiento completa.
Consejos para un buen entrenamiento
Elige el equipo adecuado: Elegir el equipo adecuado para nuestro entrenamiento puede marcar la diferencia en nuestro rendimiento. El artículo más importante en el que invertir es un buen par de zapatillas de correr. Éstas deben ajustarse bien y proporcionar abundante apoyo y amortiguación para los pies. También es buena idea llevar telas transpirables y que absorban la humedad para evitar rozaduras e irritaciones.
Calienta y enfría: Antes y después de correr, es importante dedicar un tiempo a calentar y enfriar los músculos. Esto puede ayudar a prevenir lesiones y aumentar la flexibilidad. Empieza con un paseo enérgico de 5-10 minutos seguido de algunos estiramientos suaves. Después de correr, es buena idea hacer unos cuantos estiramientos más para ayudar a relajar los músculos.
Mantente hidratado y alimentado: Es importante mantenerse hidratado antes, durante y después de correr para evitar la deshidratación. Esto significa beber mucha agua a lo largo del día y sorber agua mientras corres. También es importante comer una comida o tentempié saludable antes de la carrera para proporcionar al cuerpo el combustible que necesita para rendir al máximo.
Escucha a tu cuerpo: Una de las cosas más importantes que hay que recordar al correr es escuchar al cuerpo. Si algo duele o no se siente del todo bien, es importante parar y descansar. Sobreesforzarse puede provocar lesiones y dificultar el disfrute de la carrera en el futuro.
Prácticas de atención plena para correr
Practica una buena postura: Correr con una buena postura puede ayudar a prevenir lesiones y a conservar energía. Esto significa mantenerse recto y relajar los hombros. La cabeza y el cuello deben estar alineados con la columna vertebral, mientras que las caderas, los pies y los brazos se mueven sincronizados.
Respira profundamente: Es importante realizar inspiraciones profundas mientras corres para proporcionar a los músculos el oxígeno que necesitan. Intenta mantener un ritmo constante de inhalación y exhalación. Esto puede ayudar a aumentar la resistencia y reducir la fatiga. Si la respiración se vuelve jadeante o costosa, puede ser una señal para reducir el ritmo.
Atención plena y relajación: Correr es una oportunidad excelente para practicar la atención plena y la relajación. Centrarse en el momento presente y en las sensaciones del cuerpo puede hacer que la mente se olvide del estrés y la ansiedad. Utilizar este tiempo para concentrarse en el movimiento de los pies y la respiración puede ser un gran alivio del estrés.
Consejos adicionales
Variar la rutina: Cuando se trata de correr, la variedad es la clave. Incorporar distintos tipos de carreras, como esprintar, repetir cuestas y carreras de trail, puede mantener al cuerpo desafiado y reducir el riesgo de lesiones. También puede hacer que la actividad sea más agradable e interesante.
Recuperación y descanso: Es importante permitir al cuerpo tiempo para recuperarse y descansar entre carreras. Esto significa descansar un día entre longitud de carrera y realizar algunos estiramientos suaves o actividades sencillas los días de descanso. Esto puede ayudar a reducir el riesgo de lesiones y prevenir el sobreentrenamiento.
Establece objetivos: Fijar objetivos puede ser un gran motivo para salir a correr. Puede ser cualquier cosa, desde completar una determinada distancia, mejorar la velocidad o incluso entrenar para una carrera. Tener un objetivo claro en mente puede ayudarte a mantener la concentración y no desviarte del camino.
Conclusión
Correr es una forma estupenda de mantenerte en forma y sano, sin importar tu edad ni tu nivel de forma física. Ofrece una variedad de beneficios físicos y mentales, desde la mejora de la salud cardiovascular hasta la reducción del estrés y la ansiedad. Siguiendo estos consejos, podrás sacar el máximo partido a tu rutina de carrera. Recuerda mantenerte hidratado, escuchar a tu cuerpo, practicar la atención plena y fijarte metas que te mantengan motivado. Feliz carrera.