Muchos corredores experimentan dolores y molestias frecuentes a lo largo de su carrera, y una de las lesiones más comunes que pueden sufrir es la periostitis tibial, una de las principales causas del dolor en la espinilla. Esta afección, también conocida como espinilla o «tibias posteriores», puede ser increíblemente dolorosa e incapacitante, especialmente para quienes están comprometidos con su rutina de carrera. En este artículo hablaremos de las causas, síntomas y tratamientos de la periostitis tibial para comprender mejor en qué consiste esta afección y cómo puede gestionarse para quienes la padecen.
Causas de la periostitis tibial
La periostitis tibial suele derivarse de lesiones por sobrecarga y estrés repetitivo. Esta afección la experimentan con mayor frecuencia los corredores, pero también puede producirse en deportistas que practican otros deportes de alto impacto, como baloncesto, fútbol o danza. El esfuerzo de correr u otros ejercicios de impacto pueden causar pequeñas roturas en los músculos de la pantorrilla, lo que puede provocar inflamación perióstica y el desarrollo de periostitis tibial. Con menos frecuencia, las tibias posteriores pueden causarse al cambiar el nivel de actividad con demasiada brusquedad o al calzar un calzado inadecuado.
Síntomas de la periostitis tibial
El signo más evidente de la periostitis tibial es el dolor a lo largo de la parte frontal de la espinilla mientras se corre o se hace ejercicio. A medida que la afección avanza, el dolor puede volverse más intenso y comenzar a producirse en reposo. El dolor también puede volverse agudo o punzante, y los afectados pueden experimentar hinchazón y sensibilidad en la espinilla. El dolor en la espinilla que se experimenta al caminar durante mucho tiempo, o si se ejerce presión sobre la misma, también es un síntoma frecuente de la periostitis tibial.
Tratamiento y prevención
El mejor tratamiento para la periostitis tibial es el reposo, para que el periostio tenga tiempo de curarse. Para quienes siguen una rutina de ejercicios, reducir la intensidad y la frecuencia del ejercicio puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor. Además, aplicar frío en la zona afectada puede ayudar a reducir la hinchazón y la inflamación. Los medicamentos antiinflamatorios de venta libre también pueden ser eficaces para reducir el dolor y la inflamación. En algunos casos, puede recomendarse fisioterapia para ayudar a estirar y fortalecer los músculos de la pierna.
Para las personas que empiezan un nuevo programa de carrera o actividades, es importante empezar despacio para que los músculos y los huesos se acostumbren al mayor estrés. Además, es importante asegurarse de que se utiliza el calzado adecuado, así como un regimen adecuado de calentamiento y enfriamiento. Realizar ejercicios de fuerza y flexibilidad también puede ser útil para prevenir la periostitis tibial.
Pensamientos finales
La periostitis tibial es una lesión frecuente entre los corredores y otros atletas de alto impacto. Se debe a un uso excesivo de los músculos y los huesos de la pierna, lo que provoca inflamación perióstica y el desarrollo de periostitis tibial. Puede ser increíblemente dolorosa e incapacitante, pero se puede tratar eficazmente con reposo, hielo y medicación antiinflamatoria. Un adecuado régimen de calentamiento y enfriamiento, así como el uso de un calzado apropiado, pueden reducir en gran medida el riesgo de desarrollar periostitis tibial. En el caso de quienes sigan experimentando dolor e inflamación a pesar de adoptar las medidas adecuadas, es importante que consulten a un médico para descartar cualquier otro problema de salud potencial.