El alcoholismo es un tipo de abuso de sustancias en el que las personas se vuelven dependientes del alcohol. Puede causar daños tanto físicos como psicológicos, y tener un gran impacto en la salud, las relaciones y la vida laboral de una persona.
El alcoholismo, también conocido como dependencia del alcohol, es una enfermedad crónica, progresiva y a menudo mortal. En conjunto, plantea un problema de salud considerable a escala mundial. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informa de que el alcohol contribuye a más de 3 millones de muertes cada año.
En este artículo, hablaremos de todo lo que necesitas saber sobre el alcoholismo, incluyendo sus causas, síntomas y tratamientos.
¿Qué causa el alcoholismo?
No hay una causa única del alcoholismo, y se considera que es multifactorial. Algunos de los factores que pueden contribuir al alcoholismo son:
Factores genéticos: El alcoholismo puede darse en familias, y algunas personas pueden estar genéticamente predispuestas a desarrollar el trastorno.
Factores neuroquímicos: Estudios recientes han demostrado que las personas con alcoholismo presentan diferencias en su química cerebral, lo que puede hacer que sean más propensas a volverse adictas al alcohol.
Influencias ambientales: El entorno de una persona también puede desempeñar un papel en el desarrollo del alcoholismo. Por ejemplo, estar rodeado de familiares y amigos que beben habitualmente puede aumentar la probabilidad de que alguien desarrolle el trastorno.
¿Cuáles son los síntomas del alcoholismo?
Los síntomas del alcoholismo pueden variar de una persona a otra y ser de leves a graves. Algunos de los síntomas más comunes del alcoholismo son:
Craving for alcohol: (síntomas de abstinencia) Insomnio, ansiedad, depresión, entre otros.
Tolerancia al alcohol: A medida que el cuerpo se acostumbra al alcohol, las personas con alcoholismo pueden sentir que necesitan beber cada vez más para conseguir los mismos efectos.
Síntomas de abstinencia: Cuando alguien con alcoholismo deja de beber, puede experimentar una serie de síntomas de abstinencia, como insomnio, ansiedad y depresión.
Consumo excesivo: Los alcohólicos pueden beber más de lo previsto o hacerlo/a, entre otras cosas, para/que afecte a otras responsabilidades.
Síntomas físicos: El alcoholismo puede provocar cambios físicos en el organismo, como aumento de peso, insomnio y daños hepáticos.
¿Cuáles son los tratamientos para el alcoholismo?
El tratamiento para el alcoholismo suele consistir en una combinación de terapia, asesoramiento y grupos de apoyo. Algunos de los tratamientos que pueden ayudar a las personas con alcoholismo son:
Desintoxicación médica: En algunos casos, el primer paso del tratamiento del alcoholismo es la desintoxicación médica. Consiste en el uso de medicación para ayudar a las personas a retirarse del alcohol de forma segura.
Terapia de conducta: Uno de los tratamientos más comunes para el alcoholismo es la terapia de conducta. Esto puede ayudar a la gente a aprender a reconocer y controlar los desencadenantes que les hacen querer beber, y a desarrollar nuevas estrategias de afrontamiento.
Grupos de apoyo: Los grupos de apoyo, como Alcohólicos Anónimos (AA), pueden proporcionar a las personas con alcoholismo el apoyo que necesitan para mantenerse sobrias. Estos grupos también pueden proporcionar información y asesoramiento sobre cómo llevar un estilo de vida saludable sin alcohol.
Medicación: Algunos medicamentos, como el disulfiram, la naltrexona y la acamprosato, pueden utilizarse para ayudar a las personas con alcoholismo a controlar sus ansias y mantenerse sobrias.