En nuestro cuerpo, los ligamentos son lo único que nos separa de que el hueso salga de la articulación. Están hechos de tejido conectivo sólido y desempeñan un papel importante en nuestro movimiento. En este artículo hablaremos de qué son los ligamentos, cómo pueden lesionarse y cómo pueden tratarse.
¿Qué son los ligamentos?
Los ligamentos son las duras bandas de tejido conectivo que unen los huesos de nuestro cuerpo. Estas duras fibras conectan un hueso con otro y ayudan a mantenerlos en su sitio. Están hechos de tejido conectivo resistente que se crea por un tipo de célula denominada fibroblasto. A diferencia de los tendones, los ligamentos se consideran un tejido «no elástico». Esto significa que, una vez que se estiran o rompen, les resulta más difícil volver a su forma original.
Cuando los ligamentos se estiran adecuada y debidamente, permiten el movimiento en todos los planos. Cuando se estiran demasiado o se rompen repentinamente, pueden provocar síntomas como dolor, pérdida de rango de movimiento y, en algunos casos, inestabilidad en la articulación.
¿Cómo se lesionan los ligamentos?
Los ligamentos pueden lesionarse por diversos factores. Los movimientos bruscos e incontrolados son una causa primaria de las lesiones de los ligamentos. Una lesión de un ligamento puede producirse por una fuerza tan intensa que no pueda soportarla, como un cambio rápido de dirección o una tensión o fuerza excesivas que hagan que el ligamento se estire más allá de sus límites.
Además de los movimientos bruscos y rápidos, las lesiones ligamentosas también pueden producirse como resultado de una tensión más gradual y repetitiva sobre el ligamento. Este tipo de lesiones suele observarse en muchos atletas y se suelen denominar lesiones por «sobrecarga». Se producen cuando los ligamentos están sometidos a un estrés repetido durante un periodo de tiempo prolongado y no se les permite curar adecuadamente durante el periodo de reposo. El resultado es un estiramiento permanente y un debilitamiento del ligamento, lo que lo hace menos resistente a las lesiones.
¿Cómo se tratan los ligamentos?
El tratamiento de las lesiones ligamentosas depende de la gravedad de los daños. La mayoría de las lesiones leves de ligamentos pueden tratarse con éxito con reposo, hielo, compresión y elevación (RICE), y fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINE) para el dolor y la hinchazón.
Una vez que remiten el dolor y la hinchazón iniciales, pueden recomendarse ejercicios de fisioterapia para ayudar a restablecer parte de la fuerza y flexibilidad perdidas en el ligamento. Estos ejercicios deben introducirse gradualmente para no dañar aún más el ligamento. Los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento ayudarán al ligamento a curar y a recuperar su rango normal de movimiento.
En el caso de lesiones más graves, como las roturas completas de ligamentos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para reparar los daños. El tipo más común de cirugía para una lesión de ligamentos es un procedimiento llamado reconstrucción, en el que se crea un nuevo ligamento mediante la extracción de tejido de otra parte del cuerpo. A continuación, este nuevo ligamento se une al hueso y a los tejidos blandos circundantes para proporcionar estabilidad adicional a la articulación.
Resumen
Los ligamentos son duras bandas de tejido conectivo que unen un hueso con otro y ayudan a mantenerlos en su sitio. Cuando los ligamentos se estiran o rompen bruscamente, pueden provocar síntomas como dolor, pérdida de rango de movimiento y, en algunos casos, inestabilidad en la articulación. El tratamiento de las lesiones ligamentosas depende de la gravedad de los daños y puede incluir reposo, hielo, compresión, elevación y ejercicios. En los casos más graves, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para reparar el ligamento.