Todo lo que necesitas saber sobre el cansancio crónico: causas síntomas y tratamientos

La fatiga crónica puede ser un trastorno debilitante que muy pocas personas comprenden la complejidad. Puede resultar difícil para las personas con síndrome de fatiga crónica (SFC) o fatiga crónica de fibromialgia superar el día sin experimentar una fatiga abrumadora. El agotamiento dura semanas o meses en el SFC, con agotamiento extremo que resulta de la mínima actividad. Tomar medicamentos o descansar no alivia los síntomas.

Causas de la fatiga crónica

Aunque se desconoce la causa exacta del SFC, los investigadores creen que una combinación de factores genéticos, medioambientales y de salud pueden contribuir a la enfermedad. Entre los desencadenantes comunes se incluyen infecciones, estrés y traumas, así como desequilibrios hormonales y del sistema inmunitario. El SFC puede estar asociado a diversos problemas inmunológicos, como una disminución de los linfocitos asesinos naturales (NK) y un aumento de los niveles de citoquinas inflamatorias.

Síntomas de la fatiga crónica

Los síntomas más comunes del SFC son la fatiga, la debilidad y la letargia, cuya gravedad suele variar de unas personas a otras. Otros síntomas que pueden estar presentes incluyen sueño insuficiente, dolor muscular y en las articulaciones, dolores de cabeza y de garganta, problemas de memoria, dificultad para concentrarse y aprender información nueva, y brotes recurrentes de enfermedades. La naturaleza generalizada y persistente del SFC compromete seriamente la capacidad de un individuo para funcionar a su nivel máximo.

Tratamientos para el SFC

No hay cura para el SFC, pero existen diversas opciones de tratamiento que pueden ayudar a mejorar los síntomas y la calidad de vida. Los tratamientos pueden incluir cambios en el estilo de vida, terapia conductual cognitiva, programas de ejercicio y medicamentos. El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas, restablecer los niveles de energía y ayudar a las personas con SFC a controlar sus actividades diarias. Las personas con SFC también se benefician de un círculo de amistades y familiares que les apoyan.

Prevención y control de la fatiga crónica

Aunque el SFC no se puede prevenir completamente, hay algunas cosas que las personas pueden hacer para minimizar el riesgo de experimentar fatiga crónica. Esto puede incluir controlar y gestionar los niveles de estrés, realizar ejercicio con regularidad y asegurar el equilibrio adecuado de vitaminas y minerales saludables. El control del SFC variará mucho de una persona a otra y es importante trabajar en estrecha colaboración con un profesional sanitario para desarrollar un plan de tratamiento que se adapte mejor a tus necesidades.

Conclusión

La fatiga crónica es un trastorno complejo que puede ser extremadamente difícil de manejar. Aunque no existe cura para el SFC, hay varias opciones de tratamiento disponibles para ayudar a las personas con la enfermedad a mejorar sus síntomas y su calidad de vida. Aunque puede ser difícil, prevenir y controlar el SFC es un objetivo alcanzable y, trabajando en estrecha colaboración con un profesional sanitario y practicando el autocuidado, las personas con SFC pueden gestionar con éxito la enfermedad.

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