¿Alguna vez te has caído o resbalado y te has lesionado un tobillo, una rodilla o una muñeca? Si es así, no estás solo. Los esguinces, un tipo de lesión aguda, son unas de las lesiones más comunes que se producen cada año. Pueden ser bastante dolorosos y requieren tiempo para curarse. Si recientemente has sufrido este tipo de lesión o tienes interés en saber más sobre los esguinces, ¡estás en el lugar correcto! En este artículo exploraremos las causas, los síntomas y el tratamiento de los esguinces.
¿Qué es un esguince?
Un esguince es una lesión de un ligamento, que es una banda de tejido que une dos o más huesos en una articulación. Los esguinces se consideran un tipo de lesión de tejidos blandos y pueden variar en gravedad. Hay tres grados de esguinces:
Grado 1: Estiramiento leve o desgarro leve de los ligamentos.
Grado 2: Desgarro moderado de los ligamentos, también conocido como desgarro parcial.
Grado 3: Desgarro grave de los ligamentos, también conocido como desgarro completo.
En general, los esguinces se clasifican en leves, moderados y graves, según el alcance de los daños en los ligamentos.
Causas de los esguinces
Los esguinces pueden ser provocados por diversas actividades o sucesos, pero lo más habitual es que se produzcan como consecuencia de un traumatismo. El traumatismo se produce cuando una fuerza o presión se ejerce sobre un ligamento, estirándolo más allá de su capacidad normal. Algunas actividades o sucesos comunes que pueden provocar un esguince son:
– Caerse
– Torcerse un tobillo o una rodilla
– Caer mal al saltar
– Golpearse con un objeto
– Levantar un objeto pesado o ejercer demasiada fuerza sobre una articulación
Es importante tener en cuenta que algunas personas tienen un mayor riesgo de sufrir esguinces que otras. Por ejemplo, quienes participan en deportes de alto impacto como baloncesto, fútbol o atletismo son más propensos a sufrir un esguince. Además, las personas que tienen ligamentos más débiles y menos flexibles son más propensas a sufrir esguinces.
Síntomas de los esguinces
Los síntomas de un esguince pueden variar de una persona a otra y también pueden depender de la gravedad de la lesión. Sin embargo, algunos síntomas comunes de un esguince son:
– Dolor localizado en el lugar de la lesión
– Hinchazón alrededor de la articulación o de la zona lesionada
– Sensibilidad al tacto
– Dificultad para mover la articulación
– Moratones alrededor de la articulación
– Rigidez o debilidad en la articulación
En el caso de un esguince grave, también puede oír un «chasquido» audible cuando se produce la lesión. Además, la articulación puede parecer deformada o fuera de su posición normal.
Tratamiento de los esguinces
El tratamiento de un esguince dependerá de la gravedad de la lesión y de las circunstancias individuales. Dicho esto, existen algunos pasos generales que pueden ayudar a aliviar los síntomas y favorecer la curación.
Reposo: Es importante descansar la articulación lesionada para evitar mayores daños. Esto puede significar evitar ciertas actividades o deportes durante un periodo de tiempo.
Hielo: Aplicar una bolsa de hielo en la zona del hueso lesionado durante 15-20 minutos cada vez, varias veces al día, puede ayudar a reducir la hinchazón y aliviar el dolor.
Compresión: Envolver la articulación lesionada con una venda elástica puede ayudar a reducir la hinchazón y proporcionar apoyo.
Elevación: Elevar la extremidad lesionada por encima del nivel del corazón puede ayudar a reducir la hinchazón.
Los medicamentos: Los analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno o el acetaminofeno, pueden ayudar a aliviar el dolor y reducir la hinchazón.
Fisioterapia: Para esguinces más graves, el médico puede recomendar fisioterapia para ayudar a mejorar la movilidad y la fuerza de la articulación afectada.
Prevención de los esguinces
Aunque no siempre sea posible prevenir un esguince, hay algunas medidas que pueden tomarse para reducir el riesgo de lesión.
– Calentar antes de hacer ejercicio o practicar deportes.
– Usar el calzado adecuado y protecciones.
– Fortalecer y estirar los músculos alrededor de la articulación afectada.
– Practicar una postura y unos movimientos corporales adecuados.
– Ser consciente de las superficies resbaladizas y otros peligros que puedan provocar lesiones. Un esguince es una lesión de un ligamento que puede causar dolor, hinchazón y otros síntomas. En la mayoría de los casos, se puede tratar en casa, pero es importante acudir al médico si los síntomas son graves o persistentes. También es importante tomar medidas para reducir el riesgo de lesiones, como calentar antes de hacer ejercicio y practicar una buena postura y mecánica corporal. Con los cuidados y el tratamiento adecuados, la mayoría de los esguinces se curarán en unas pocas semanas.